La variedad de lanzamientos y recepciones del frisbee es infinita. Los límites los pone tu imaginación.

La defensa se realiza sin tocar al rival. La clave está en la atención y la concentración, en adelantarse a las acciones del contrincante.

Por otro lado, el lanzamiento en largo (puede alcanzar muchos metros) desahoga la presión y otorga verticalidad y profundidad al juego.

El equipo atacante pierde la posesión tan pronto como un pase acaba en el suelo o el rival consigue tocar y desviar el ‘frisbee’ por completo en su trayectoria.